Los beneficios de llevar un diario de gratitud

Desde siempre ha sido conocido el concepto de diario personal. Un libro para anotar hechos trascendentales y reflexionar. Ahora se ha popularizado el diario de gratitud. En esencia, funciona de la misma manera que la versión ‘tradicional’. Pero como su mismo nombre lo indica, más que análisis y reflexiones, lo que se escribe en ellos son agradecimientos. Razones o personas por las que dar gracias.

Muchos terapeutas los consideran herramientas válidas para la salud emocional. Y es que estas notas funcionan como un medio para centrarse en las cosas importantes. Destacando exclusivamente aspectos positivos, dejando fuera problemas o desavenencias. Lo que en opinión de los especialistas facilita la construcción de una personalidad más equilibrada y proactiva.

Los beneficios de ser agradecido 

Mejor ritmo cardiaco, mayores cuidados a la salud y la integridad personal, así como mayor empatía, son tres de los beneficios que trae consigo este hábito. Identificar, reconocer y valorar las cosas buenas también permite a las personas establecer relaciones más sanas.

Quienes agradecen con frecuencia de forma natural suelen ser individuos más pacientes. Con la humildad como otro de sus rasgos positivos diferenciadores. Se pone en perspectiva la vida propia y la de los demás, lo que permite dar el justo valor a las relaciones interpersonales. Aumenta la consciencia de lo qué se hace y de las formas como se actúa.

Más tranquilidad y menores índices de angustia y estrés se combinan para aumentar los niveles de felicidad. Un efecto positivo que también se manifiesta físicamente, ya que disminuyen las sensaciones de apatía y agotamiento. Así mismo, es sinónimo de personas con buenos índices de autoestima, ya que agradecer con sinceridad equivale a estar satisfecho.

Cómo elaborar un diario de gratitud

Para llevar un diario de gratitud no es necesario complicarse más de la cuenta. En efecto, se trata de una tarea bastante sencilla. Básicamente solo hay que apuntar en un cuaderno cualquier acontecimiento que produzca un mínimo sentimiento de agradecimiento. Por muy pequeño o intrascendente que parezca.

Al inicio, cuando se está formando el hábito, recordar todas las cosas que despertaron gratitud puede parecer difícil. Una vez superada la frustración inicial que esto supone, todo será más fácil. Hasta que se convierta en una acción tan natural como pensar.

Como recomendación final, lo ideal es establecer una hora especial en el día para dedicarse a estos apuntes. Por lo general, momentos antes de acostarse a dormir al final de cada jornada suele ser la elección de la mayoría. Aunque en realidad lo puedes hacer siempre que te sientas con ganas de dar gracias. El mero hecho de anotar cosas importantes de tu vida, ya te hará sentir mucho mejor.